Cada medalla en Tokio le costó al país entre RD$5 y RD$8 millones


En el imaginario de muchos dominicanos los atletas que representan al país desde Juegos Bolivarianos hasta los Olímpicos son “héroes”, no solo por los logros que alcanzan allí, sino también porque persiste la imagen de unas condiciones paupérrimas para entrenarse y una ayuda escasa del Gobierno.

Una conclusión que crea la idea de que si las condiciones fueran otra el país fuera una potencia que ganara decenas de medallas en unas Olimpíadas.

“Esos méritos son de ellos solos”, es común escuchar a todos los niveles, una narrativa que recibe municiones cuando un atleta se estrena en el medallero y el iris popular y salen a relucir las dificultades económicas que superó y el origen humilde del entorno donde vive.

“¿Alguien pasando hambre corre 400 metros en 49.20 segundos, una mujer levanta 256 kilos, un hombre alza 367 kilos”, escribió ayer en su cuenta en Twitter el periodista de larga data e inmortal del Deporte Roosevelt Comarazamy en un mensaje donde recomienda cuidado con el uso de la frase “extrema pobreza” en referencia a los deportistas. Y completó el mensaje: “Viva el PARNI, CRESO y FF.AA”.

Lo cierto es que hacer el ciclo, que comprende entre el fin de unos Juegos Olímpicos y el inicio de otro, conlleva una cuantiosa inversión, imprescindible para obtener resultados como los presentados por la República Dominicana en este cuatrienio, donde batió su cosecha de medallas en todas las competencias.

Un análisis realizado por Diario Libre con el desglose que hace la Dirección General de Presupuesto y ajustado a la tasa del dólar de cada año arrojó que el Gobierno destinó US$110 millones el pasado cuatrienio a lo que comprende el movimiento federado y alto rendimiento. A este último fueron girados directamente US$21,6 millones.

Solo alimentar los 470 atletas de alto rendimiento que en promedio anual mantuvo el Ministerio de Deportes en su programa PARNI costó RD$206,581,358 entre septiembre de 2016 y junio pasado, en una sumatoria realizada por Diario Libre con el informe anual de la memoria institucional del Miderec.

Es una inversión de RD$439,534 por atleta en una alimentación (desayuno, almuerzo y cena) que ha alcanzado un nivel que erosionó las quejas de cuando se inició el programa en 1997

A esto se suma el estipendio mensual que recibe cada atleta protegido, que totalizó RD$194,049,286 en el ciclo, uno que empezó en RD$36,9 millones y termina en RD$44,6 millones.

Hay que agregar al aporte gubernamental el costo de participación en las tres grandes competencias, que esta vez subió a cuatro con los Juegos Bolivarianos de Santa Marta en 2017.

De acuerdo a la Dirección General de Presupuestos y los informes de la Miderec, entre este certamen, los Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, los Panamericanos de Lima 2019 y los Olímpicos de Tokio 2020 el Gobierno destinó RD$489,565,238 para costear desde viajes de preparación, participación en eliminatorias y asistir a estas citas.

Otro capítulo es el de los entrenadores. Los dominicanos tienen salarios menores, pero el acuerdo con Cubadeportes, que suministra técnicos a diferentes disciplinas, fue elevado en 2020 a US$776,736, un 10% con relación al que primó entre 2016 y 2020. ¿Puede un atleta hacerse sin un buen técnico?

Es solo el comienzo y obtener la totalidad de invertido es una odisea. Esto porque la otra gran columna del alto rendimiento, el Círculo Deportivo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, no hace pública la inversión que realiza, el programa Creando Sueños Olímpicos (CRESO) sí.

Caso particular

Luguelin Santos hizo el ciclo completo, uno donde su mayor desempeño fue el oro en los 400 metros de Medellín. Santos recibió un salario en el PARNI de RD$25,000 y otros RD$28,582 como capitán de la Fuerza Aérea República Dominicana. Santos es parte de cerca de un centenar de atletas protegidos por la sombrilla de CRESO, que además de una dieta garantiza que no falte a una prueba clasificatoria y bases de entrenamientos.

El trípode que hace posible hacer deporte

Desde CRESO, una iniciativa patrocinada por 10 empresas privadas, aseguran a Diario Libre que destinan al atleta promedio entre US$20,000 y US$25,000. Hay casos que bajan a US$15,000, pero otros alcanzan hasta US$45,000.

Al cambio actual se trata de entre RD$840,000 y RD$2.5 millones, cada año o lo mismo que entre RD$3.3 millones y RD$5 millones en el ciclo de 48 meses. Y agregan, “más (el pago de) psicólogo, más educación”.

A la hora de sumar los desembolsos que requiere un atleta como Santos en un cuatrienio (entre PARNI, CRESO y la FARD) puede llegar hasta RD$7.7 millones. Un cálculo que no incluye gastos como pagos a entrenadores, hidratación y utilería, que en el caso del atletismo, un acuerdo con la firma Puma le suple las zapatillas e indumentarias.

Casos de atletas como la velocista Marileidy Paulino y Zacarías Bonnat, que cumplieron su primer ciclo, el costo es menor, pero siempre superior a los RD$4 millones.

Bonnat llegó a Tokio con el oro en Medellín y la plata en Lima como sus mejores resultados. Es cabo de la FARD, por lo que recibe RD$11,600 y el PARNI le entrega RD$25,000 desde septiembre de 2019.

Paulino, que el bronce en Barranquilla era el metal más alto que exhibía hasta el viernes, también es cabo de la FARD y su pago en el PARNI es de RD$10,000. Unos ingresos que aumentarán cuando se le aplique el ajuste que definirá Miderec.

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