Más de 9,000 evacuados en el país tras paso de tormenta Laura

SANTO DOMINGO. – Las personas evacuadas hasta el momento por los efectos de la tormenta tropical Laura ascienden 9,215, de las que 212 están alojadas en albergues, según el último balance del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), que da cuenta de 1,843 viviendas afectadas y 60 comunidades incomunicadas.

Hasta la tarde de este lunes, 15 circuitos eléctricos permanecían unos fuera de servicio, para un total de 38,438 usuarios afectados; también unos 90 ramales seccionados están afectados.

Además, 70 acueductos están fuera de servicio y otros cuatro parcialmente afectados debido a las fuertes lluvias, lo que mantiene sin suministro de agua o limitado a unos 1,168,085 usuarios, indican desde el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa).

Las actuales condiciones del suelo, debido a la saturación de agua, son propicias para que se produzcan de deslizamientos de tierra y derrumbes, especialmente en las provincias de Samaná, María Trinidad Sánchez, Hato Mayor, Puerto Plata, Santiago, Valverde y Monseñor Nouel.

En menor medida, persiste una amenaza media a alta en las provincias de La Vega, Espaillat, Monte Cristi, Pedernales, Peravia, San Cristóbal, San José de Ocoa, Azua y San Juan.

El último boletín meteorológico establece que las condiciones del tiempo se mantendrán bajo la incidencia de una vaguada localizada al noreste del territorio dominicano, que estará provocando nublados con aguaceros, tronadas y ráfagas de viento aisladas en las regiones nordeste, sureste, cordillera Central, zona fronteriza y el Gran Santo Domingo, lluvias que persistirán hasta entrada la noche.

Así, y ante posibles inundaciones repentinas urbanas y rurales, crecidas de ríos arroyos y cañadas, así como deslizamientos de tierra continúa en alerta todo el territorio nacional, aunque solo Barahona permanece en nivel rojo, otras 19 provincias están en amarillo y 11 más en alerta verde, señaló el COE en su boletín.

Además se recomienda a las frágiles, pequeñas y medianas embarcaciones navegar con precaución cerca del perímetro costero tanto en la costa Atlántica como en la Caribeña, sin aventurarse mar adentro, debido a olas anormales.