Opinan sistema patriarcal reduce participación mujer en la política dominicana

SANTO DOMINGO.- En el foro “Violencia Contra la Mujer en el Contexto Electoral”, celebrado por Participación Ciudadana, en la cual destacadas mujeres llegaron a la conclusión que la participación de la mujer en la política sigue siendo pobre, deficitaria, mínima, obstaculizada por un “rampante machismo local”.

Milagros Ortiz Bosch, Rosario Espinal, Mari Cantisano y Sergia Galván, coincidieron en señalar que las mujeres tienen que seguir aprendiendo, participando, rompiendo barreras, lograr hacerse indispensable en ejercicio político, “romper con el machismo” y hacer transformaciones para lograr ser protagonistas de las decisiones de poder.

“La violencia contra las mujeres en el actual proceso electoral ha quedado manifestada en las exclusiones de candidaturas en todos los partidos, en los más de 65 recursos solo de mujeres incoados en el Tribunal Superior Electoral, a quienes las ‘despojaron de  sus candidaturas’, en los spot publicitarios, vallas y propagandas políticas de partidos y candidatos”, sostuvo Sergia Galván.

Otras, dijo, han manifestado haber recibido acoso por haber enfrentado a sus partidos en las exigencias de su derecho a estar en las boletas.

Informó que hizo un reciente análisis de candidatos, el cual tuvo como resultado que  “en la actual campaña electoral han reproducido el patrón estereotipado de las mujeres siempre en un segundo plano”.

“En los spot publicitarios vemos como la manipulación mujeres de la tercera edad pidiéndole a un candidato, mujeres pobres pasando solo la mano a determinado candidato, y ahora una nueva novedad la mujeres son utilizadas en campaña, en  caravanas como objeto sexual, muñecas, maniquí, subidas en yipetas con ropas muy pegadas exhibiéndolas como objeto sexual, las llevan para complacer a los hombres.

La violencia religiosa en la campaña

Sergia Galván, de Opción Democrática, en su tema “Modalidades de Violencia contra la mujer en las campañas electorales”, denunció que sectores aprovechando privilegios han llegado al extremismo religioso “están incitando al odio, llamando a no votar por los y las candidatos que defienden la no discriminación contra las personas y o derecho reproductivos de la mujer”.

“Esto es una forma de violencia machista”, aclara Galván, quien dijo que desde que apareció su nombre en un listado de candidatos publicado por una entidad religiosa “he recibido muchas llamadas acusándome de asesina, vete para Haití, tu eres una criminal y con la complicidad del Estado porque no actúa, y esto se convierte en una violencia estatal por omisión, por tolerarla”.

Reconoce que en República Dominicana todavía no está identificada la violencia política, por lo que plantea una legislación que sancione este tipo de violencia contra las mujeres ya que aún no está tipificada en los códigos.

Además la aprobación de la Ley de Partidos Políticos para garantizar la paridad en los puestos de elección, “vemos como mujeres reciben acoso dentro de los partidos sin que haya sanciones, así como discriminación lo que significa grandes desafíos.

Rosario Espinal politóloga, coincide en afirmar que la política es forma de construcción poder político económico, social, si la política está concebida para lograr todos esos beneficios, es claro que las mujeres no han sido concebidas para construir poder político económico, social, ni tomar decisiones importantes.

Las mujeres han sido excluidas, marginadas del contexto político, de ahí que antes de que las mujeres entraran o entren a tener relación con el poder se “movilizan todos los actores para su marginalidad, rechazo y ridiculización.

En República Dominicana es un país violento y machista y la mujer local está expuesta a esas prácticas. En ese sentido, Rosario Espinal informo que RD, entre los países de la Región, encabeza las encuestas del “si”, cuando se le pregunta si los hombres son mejores líderes que las mujeres “ellas responden  si”

A pesar de que estamos en una “etapa de desarticulación de los partidos políticos, las mujeres tiene que aprender abrir espacio para lanzarse en el aprendizaje de la real política y lograr una candidatura”.

La politóloga considera que las mujeres políticas locales deben lograr que lideres masculinos se comprometan con el avance de las mujeres en política como ha ocurrido en Costa Rica, Argentina, Brasil, Chile, entre otros.

Mientras, la doctora Milagros Ortiz Bosch dijo que las mujeres tienen que tener la capacidad de aprender a crear fuerzas, a transformar, porque la política se hace con política y “la mujer no puede hacer política soñando con lo ideal, hay que aprender a crear la dinámica de crear esas decisiones, hacerse imprescindible, pero sobre todo a crecer”.

Reitero la ex vicepresidenta de la República que las mujeres para insertarse realmente en la política tiene que aprender a tener la capacidad de crear fuerzas dentro de la política, porque la política se hace con política, a fin de crear la dinámica que colocan a las mujeres en esa dirección.

“Aprender a exigir y modificar acciones, pero sobre todo a crecer. La mujer política tiene que aprender hacerse indispensable, y, si  yo me hice indispensable, obviamente que la mujer tiene que estar convencida de que somos iguales hombres y mujeres con capacidad de presentar soluciones”.

La mujer que tiene que aprender a que no la manden para la cocina y contribuir mediante la educación a transformar y hacer cambios, dijo Milagros Ortiz Bosch

Mari Cantisano, candidata vicepresidencial de Alianza Pais, sostuvo que a pesar de los intentos por ampliar los márgenes de representación y participación de las mujeres en sectores de la ciudadanía tradicionales excluidos, la participación de las mujeres en la política local es “mínima”.

Y es, Cantisano afirma  que la participación política de las mujeres va más allá de lo cuantitativo, de la cuota, o la paridad, se trata de un asunto cualitativo, de fondo, de relaciones de poder horizontal, de derechos, democracia, constitucionalidad, legislación e institucionalidad.

Hablar de  participación política es  diseñar acciones, estrategias, emanadas de nuevas representación sociales para transformar las condiciones  de desigualdades e   inequidades,, superar las negaciones de derechos que históricamente han  vivido las mujeres.

Se requieren de nuevas relaciones sociales, dice Mari Cantisano, económicas, políticas y culturales.

“Tenemos que ser mujeres en prácticas políticas y desde las instancias de poder”.

Plantea la necesidad de legislar por una  ley de igualdad de oportunidades, empleos, salarios, servicios, de salud, y seguridad social, educación.