Fármaco inyectable evita en un 89% el VIH en mujeres en África subsahariana
JOHANNESBURGO.- Resultados iniciales de un ensayo clínico demuestran que una inyección de Cabotegravir cada dos meses puede prevenir con una eficacia del 89 % el contagio de VIH en mujeres del África subsahariana, anunció este martes el Instituto Wits de Salud Reproductiva y VIH (WRHI) de Sudáfrica.
“Existe una gran epidemia de VIH en curso”, recordó hoy en una rueda de prensa virtual Helen Rees, directora ejecutiva del WRHI, al subrayar que el 25 % de los nuevos casos de VIH en África subsahariana se dan en mujeres, y que en esta región se infectan 240.000 personas cada año.
“La respuesta ha sido entusiasta. Se trata de una opción adicional de prevención contra el virus del VIH que encaja en la vida de las mujeres”, enfatizó por su parte la doctora Sinead Delany-Moretlwe, quien ha dirigido este ensayo conocido como HPTN 084.
“Es un método superior porque recibir una inyección cada ocho semanas es algo sencillo, discreto, que además elimina el estigma social de vivir rodeada de píldoras”, explica Delany-Moretlwe en comparación con el tratamiento actual de Profilaxis Preexposición (PrEP), que implica tomar una pastilla a diario de por vida.
Este estudio incluyó a más de 3.200 mujeres de entre 18 y 45 años con riesgo de contraer VIH en Botsuana, Kenia, Malaui, Sudáfrica, Esuatini, Uganda y Zimbabue. De ellas, cuatro de las que al azar fueron tratadas con Cabotegravir se infectaron por VIH en comparación con 34 contagios en el grupo que tomó a diario la PrEP.
“Los resultados son importantes y oportunos ya que se necesitan con urgencia más métodos para prevenir el VIH entre las mujeres con mayor riesgo de contraerlo que no dependan de la toma de píldoras diaria o casi diaria, el uso de condones o la abstención sexual”, celebró hoy en un comunicado ONUSIDA.
“Al igual que con una vacuna contra la COVID-19, ahora debemos trabajar para garantizar que estas inyecciones que pueden cambiar la vida (de las mujeres) sean accesibles, asequibles y se distribuyan de forma equitativa”, continuó la ugandesa Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
Por el momento el coste de este nuevo fármaco inyectable no ha sido establecido, según Delany-Moretlwe, quien advirtió además que el proceso de fabricación y distribución no se completará hasta dentro de “dos o más años”, cuando se espera que los servicios locales de planificación familiar cuenten con inyecciones de Cabotegravir como una opción más de prevención contra el VIH.
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