Puerto Rico se vuelve crucial en elecciones de EEUU
Un simpatizante del presidente Donald Trump se reúne con otros el domingo 18 de octubre de 2020 antes de salir de la sede del Partido Republicano en apoyo a su candidato, a unas semanas de las elecciones presidenciales de noviembre, en Carolina, Puerto Rico. (AP FOTO/CARLOS GIUSTI)
Las campañas del presidente Donald Trump y de su rival demócrata Joe Biden intentan atraer simpatizantes en un lugar donde los ciudadanos estadounidenses no pueden votar, pero cuentan con la atención de cientos de miles de posibles votantes en el disputado estado de Florida.
Los candidatos se están enfocando en Puerto Rico de una forma nunca antes vista, después de que el territorio estadounidense se encontró súbitamente en medio de la contienda aunque los puertorriqueños no puedan participar en los comicios presidenciales a pesar de ser ciudadanos estadounidenses desde 1917.
Las campañas lo saben, pero esperan que los habitantes de la isla presionen a familiares y amigos en Estados Unidos continental a que voten por ellos en una estrategia que aprovecha los estrechos vínculos que comparten.
Es un novedoso papel que apela al sentimiento de los puertorriqueños en Florida de que están votando indirectamente en nombre de los que siguen en la isla y que no pueden participar en la democracia estadounidense. Cada vez son más personas las que encuentran atractivo este papel, en especial luego de que muchos habitantes de Puerto Rico atraviesan problemas para recuperarse tras el paso de los huracanes Irma y María, una serie de terremotos, una profunda crisis económica y la pandemia.
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“Voto por 3 millones de puertorriqueños en la isla, incluyendo toda mi familia”, dijo Jerick Mediavilla, quien es originario de la localidad serrana de Corozal y participa por primera vez en las elecciones presidenciales estadounidenses luego de mudarse a Orlando hace cuatro años. “Puerto Rico no tiene voz. Nuestra voz es a través de los Estados Unidos”.
Republicanos y demócratas van por personas como Mediavilla en su intento por persuadir a los hispanos en Florida, que cuenta con la mayor población de puertorriqueños en Estados Unidos con casi 1,2 millones. Trump ganó ese estado en 2016 y prácticamente no podrá permanecer en la Casa Blanca si no lo hace de nuevo. El margen de diferencia en los sondeos está apretado y, ahora que a la campaña del mandatario le preocupa estar perdiendo el apoyo entre los votantes de los suburbios y los de mayor edad, los latinos de Florida se han vuelto fundamentales.
Los puertorriqueños representan el 27% de los hispanos en edad de votar en Florida, apenas detrás de los cubano-estadounidenses. Aunque se desconoce cuántos son demócratas o republicanos, los demócratas han ampliado el margen sobre los republicanos en votantes hispanos empadronados para estos comicios en comparación con 2016.
Los avances se registraron en condados con un alto número de puertorriqueños, incluyendo el de Orange, donde se encuentra Orlando, y el de Hillsborough, en el que está Tampa. El condado Polk, cuya población puertorriqueña se ha duplicado desde 2013, reportó el mayor crecimiento de votantes latinos empadronados, y los demócratas registraron 21.000 votantes más que los republicanos. En 2016, el margen de diferencia fue de 15.000. Pero esos mismos condados también tienen una elevada cifra de votantes registrados sin afiliación política.
'Los puertorriqueños jugarán un papel muy crucial en esta elección', dijo Yadira Sánchez, codirectora ejecutiva de Poder Latinx, un grupo sin fines de lucro con sede en Estados Unidos cuyo objetivo es movilizar a los votantes hispanos.
Sin embargo, los observadores electorales hacen notar que los puertorriqueños tienen índices más bajos de participación electoral que otros grupos hispanos que favorecen a los candidatos republicanos.
Trump obtuvo recientemente el respaldo de la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, y el mes pasado prometió casi 13.000 millones de dólares en asistencia adicional para ayudar a la isla en labores de reconstrucción tras el paso del huracán María. Durante un mitin reciente en Florida, Trump declaró: “No voy a decir que soy lo mejor, pero estoy muy cerca de ser lo mejor que le haya sucedido alguna vez a Puerto Rico. Mas vale que voten por mí, Puerto Rico”. Muchos no tardaron en destacar que los habitantes de la isla no cuentan con ese derecho.
En tanto, Biden otorgó una entrevista exclusiva al principal periódico de Puerto Rico que, por primera vez en sus 50 años de historia, respaldó a un candidato presidencial e hizo un llamado a los residentes de Estados Unidos continental a apoyar a Biden: “Les pedimos que, con el gran poder de su voto, sobre todo en estados electoralmente decisivos, den paso al esfuerzo de transformación que respete la dignidad y fomente el progreso de todos”.
Biden lanzó recientemente anuncios en medios digitales e impresos de la isla con la etiqueta “HazloXMi”, en los que llama a los puertorriqueños a decirles a sus amigos y familiares en Estados Unidos que participen: “Con tu voto allá nos ayudas acá'.
“Ambas campañas lo hacen pensando que esto resonará en Florida”, dijo Carlos Suárez, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Florida.
Se desconoce si la estrategia de campaña indirecta funcionará, pero Luis Gutiérrez, exrepresentante federal que sirvió 26 años en el Congreso y que actualmente vive en Puerto Rico, cree que es una táctica inteligente.
Los puertorriqueños “siempre están en contacto. ¿Por qué? Porque ya sean 3 millones en la isla o 5 millones en otra parte, eres parte de una comunidad”, dijo el demócrata. “Si naciste en Puerto Rico, eso será parte de tu vida hasta el último de tus días”.
Conforme la elección se acerca, la presión aumenta sobre los puertorriqueños tanto en la isla como en Estados Unidos continental.
Un grupo político de Florida recientemente creó una canción con la música de “Rakatá”, el éxito de Wisin y Yandel, el famoso dueto de reggaetón puertorriqueño que ganó popularidad a principios del siglo. La canción alienta a los puertorriqueños que se mudaron a Florida a hacer uso de su nuevo derecho al voto y lanzar una “chancleta” a Trump para ayudar a aquellos que viven en la isla: “No le importan los boricuas ni un bledo”.
La campaña de Trump ha respondido con anuncios en los que resalta los miles de millones de dólares que su gobierno ha destinado a ayudar a la recuperación de Puerto Rico tras el paso del huracán María, un ciclón de categoría 4 que dejó daños cercanos a los 100.000 millones de dólares y cobró la vida de unas 2.975 personas. Sin embargo, el gobierno retuvo miles de millones de dólares en fondos de emergencia durante varios meses, con el argumento de que le preocupaban los malos manejos y la corrupción en la isla.
Wyneska Méndez, quien se mudó de Puerto Rico a Miami hace ocho años, dijo que no dejaría que sus compatriotas puertorriqueños influyan en su decisión, y añadió que Trump es la única opción para proteger a la economía. Le gusta especialmente que el mandatario se opone firmemente al aborto debido a la fe cristiana que ella tiene, y cree que Puerto Rico necesita arreglar sus asuntos a fin de recibir la misma ayuda que se les ofreció a los estados del país.
“No me dejo llevar por lo que dicen los demás', dijo Méndez mientras aguardaba el discurso del vicepresidente Mike Pence el jueves en Miami.
Docenas de simpatizantes de Trump que se reunieron el domingo en Puerto Rico para un mitin comparten la forma de pensar de Méndez, señalando que el mandatario ha enviado miles de millones de dólares para ayudar con la reconstrucción tras los desastres naturales, y elogiaron su filosofía antiaborto.
La doctora Miriam Ramírez de Ferrer, exsenadora y miembro del partido de Puerto Rico a favor de la estadidad, dijo que la personalidad de Trump puede malinterpretarse y cree que el mandatario bromeaba cuando hizo declaraciones sobre la isla que, según sus detractores, fueron ofensivas.
“Ha habido mucho mensaje equivocado de ciertos puertorriqueños hacia Trump y no queremos que piensen que todos los puertorriqueños somos iguales”, dijo Ramírez mientras se bajaba una mascarilla adornada con imágenes de águilas calvas y banderas de Estados Unidos.
A pesar de la ayuda que Puerto Rico ha recibido de parte del gobierno de Trump, Mediavilla y su hermano Omar, quien vive en la isla, están firmes en su decisión.
“Es una gran ayuda, pero realmente, al final de esta contienda, lo veo como una estrategia política”, dijo Omar Mediavilla, quien agregó que agradece que las consecuencias del huracán María hayan motivado a su hermano a respaldar a Biden. “Son la voz de nosotros con el reclamo de nosotros acá en la isla... Es importante que los puertorriqueños allá nos den esta oportunidad”.
Algunos de los que viven en la isla mantienen sus reservas sobre las campañas para influenciar a los puertorriqueños en Estados Unidos continental.
Omar Soto, supervisor de producción y cuyo hermano reside en Lakeland, Florida, no le encuentra sentido a la estrategia.
“Me suena que hay un tono de desespero”, declaró, y resaltó que podría resultar contraproducente. “Pienso que es irrespetuoso. Deberíamos tener la opción de votar por presidente”.
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