La mitad de los españoles no están preparados para afrontar una crisis según informe de la Red Europea
ESPAÑA.- La mitad de los españoles (el 49,3 %) no están preparados para afrontar una crisis debido al COVID-19, porque viven al límite de sus posibilidades, ya que el trabajo no les saca de la precariedad en la que están instalados, y las personas con empleo son ya el grupo más numeroso entre los pobres en España.
Son algunas de las conclusiones del último de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), que radiografía el impacto de la pobreza y la exclusión social en España y por regiones.
“El desempleo no define a la pobreza, por el contrario, dentro de ella, el grupo más grande de las personas pobres en España es el de las personas ocupadas”, explicó Carlos Susías, el presidente de esta red que engloba a más de ocho mil entidades sociales, por lo que “o actuamos sobre el empleo o será muy difícil actuar sobre la pobreza”, concluyó.
El 25,3 % de la población en España (11,8 millones de personas), vivía en riesgo de pobreza o exclusión social en 2019, según la tasa Arope, que determina la pobreza no solo por los ingresos, sino que incluye también la privación material grave y la baja intensidad de empleo.
“La gente pobre es más pobre que antes de la crisis de 2008, sin contar con la situación generada por la covid”, alertó Susías, quien pronostica un aumento en los próximos meses “difícil de pronosticar”, aunque cree que podría haber sido peor si no se hubieran adoptado las medidas aplicadas por el Gobierno, como el ingreso mínimo vital y otras para el mercado de trabajo.
Casi el 50 por ciento de la población española vive en el límite de sus posibilidades, y algo más de una quinta parte del total (22 %) llega a fin de mes con dificultad o con mucha dificultad, por lo que cuando llega una emergencia como la COVID-19, “no tiene herramientas para afrontar esa crisis sobrevenida”, indicó Susías.
El informe muestra una España dividida en dos mitades, en la que las regiones del norte tienen tasas bajas en los indicadores de pobreza y exclusión y, en su mayoría, homologables con los países más desarrollados de la UE, mientras que las del sur muestran tasas de hasta 26 puntos porcentuales más elevadas que las del norte.
España tiene la séptima tasa de pobreza –Arope- más alta de todos los países miembros, 4,3 puntos superior a la media de la UE. Además es el cuarto país con peor evolución de la tasa desde el año 2008. EFE
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