Ciudadanos esperan fin de año en familia y con nuevas metas para el año 2018

SANTO DOMINGO. El aroma del incienso que decora las esquinas de la ciudad es una de las señales del conteo regresivo por los últimos días del año. Los vendedores ambulantes exhiben en pequeñas latas la resina que se utiliza en la mayoría de los hogares como parte de la tradición católica de celebración de la Nochevieja.

Las calles de los principales barrios están preparadas para recibir el Año Nuevo y para ello algunas de estas han sido decoradas y adornadas con diseños y elementos navideños como árboles y luces de colores.

Algunas como la calle Montecristi de San Carlos exhibe un mural de una escenificación del nacimiento de Jesucristo en el pesebre junto a los Reyes Magos y su madre María.

La costumbre de arrastrar las maletas alrededor de la casa para atraer los viajes al exterior, comer doce uvas de la dicha a la medianoche, barrer el piso desde dentro hacia afuera y utilizar ropa interior amarilla o roja son parte de los rituales que realizan los dominicanos en la víspera del Año Nuevo.

Para familias como la de Yenifer Ovalles la fecha es propicia para una cena con “menor presupuesto” que la realizada en Nochebuena, con carne de cerdo asada, ensaladas y bebidas para degustar hasta las altas horas de la madrugada como es tradición a la espera del sol.

Ovalles, quien es médico de profesión, señala que durante una parte de la celebración aprovechan para compartir regalos entre los miembros de su familia al compás del “cañonazo” que marca el inicio del nuevo ciclo de 365 días.

Mientras Sergio González cuenta que una de las nuevas costumbres que han adoptado en su entorno familiar es tomarse un “selfie” o autorretrato en el momento justo del cañonazo para que quede registrado el instante en que se inició el año.

Esta novedad, gracias a la tecnología, González comenzó a practicarla a partir del pasado período navideño.

Asimismo el éxodo de personas hacia las distintas localidades del país no se hizo esperar y en las distintas terminales de autobuses miles de viajeros se cargaban bultos y maletas para dirigirse hacia sus lugares de origen a reunirse con sus parientes por la festividad de fin de año.

Entre ellas, Mercedes Morel comentó que pasaría el Año Nuevo en el municipio Yamasá, provincia Monte Plata, donde tendría un encuentro con la madre de su esposo, además de sus hijos.

Expresó que su deseo para el año que está próximo a iniciar es que se reduzca la delincuencia en las calles y que haya más oportunidades de trabajo para los recién graduados de las universidades.

“Me gustaría que en este nuevo año mi hija empiece a ejercer su profesión”, anhela la señora Morel, cuya prole está a punto de terminar la carrera de Derecho.

Otros como Ramón Vallejo planean quedarse en casa y compartir en familia “porque en la calle hay mucho peligro”. Para este farmaéutico el 2018 debería ser un año para luchar contra la violencia y el cese del maltrato hacia las mujeres.

Zonas como el Malecón y otros puntos de la ciudad como la avenida Abraham Lincoln acogen a miles de capitaleños como parte de las tradiciones festivas de esta época.


Reduce la actividad

El ambiente de celebración de fin de año provoca también la pausa de algunas actividades comerciales, entre ellas, las del sector financiero por lo que instituciones bancarias como el Banco de Reservas han anunciado que trabajarán has ta las 2: 30 este 31 de diciembre y no laborarán el 1ro de enero.

Así el Metro de Santo Domingo ha dado a conocer que sus trenes circularán hasta las 8: 35 de la noche y se reiniciarían a las 8:35 de la mañana del Año Nuevo.

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